martes, 28 de febrero de 2012

La Tragedia de Once y la Responsabilidad del Estado: a Confesión de Partes, Relevo de Pruebas?

Muchas lineas se han escrito ya sobre el accidente ocurrido el pasado 22 de Enero. Para muchos el accidente es la consecuencia de las privatizaciones de los 90s, para muchos otros (aunque menos que los primeros) es el resultado del virtual proceso de re-estatización de los ferrocarriles comenzado en 2003. Personalmente, concuerdo con los últimos y adhiero plenamente a lo expresado acá por Jorge Avila. Sin embargo, como precisamente ya se ha escrito mucho sobre el accidente en sí y no tengo pensamientos originales para aportar sobre el mismo, el presente post no se centrará en un análisis de la tragedia y sus causas.

Seguramente, el gobierno le termine rescindiendo la concesión a TBA a causa del accidente, como (a mi entender) sugirió la misma Cristina cuando, entre otras cosas, dijo "quiero decirles que voy a tomar las decisiones que sean necesarias una vez que la Justicia decida". Si eso ocurriera, la actual administración no estaría haciendo otra cosa que ratificar el gobierno de la no-razón en el que está inmersa Argentina actualmente. Pensando con un poco de detenimiento y lógica, cualquiera se da cuenta que dicha medida es completamente contraria al discurso de un gobierno que se intenta mostrar libre de culpas. A mi me preocupa esto último, ya que refleja que vivimos en un estado de cosas en el cual nada se reflexiona con una mínima profundidad.

Sin ser un experto en el tema, no resulta arriesgado afirmar que los ferrocarriles siguen siendo igual de seguros (o inseguros) hoy, martes 28 de Febrero, que hace una semana atrás, es decir antes de que ocurriera el accidente. En consecuencia, si el gobierno le rescinde la concesión a TBA argumentando que la falta de inversión y mantenimiento devienen en niveles de seguridad por debajo de lo "aceptable" solamente una(s) semana(s) después de ocurrido accidente, estaría implícitamente aceptando que cuando ocurrió el accidente los trenes ya eran "demasiado" inseguros y se deberían haber tomado cartas en el asunto. Seguramente, ya que los caraduras abundan (exempli gratia), alguien dirá que no se le puede exigir al estado ser omnipresente, otro argumento contradictorio para un gobierno que propone casi exclusivamente más intervencionismo, como si el mismo tuviese algún valor intrínseco. Los ferrocarriles urbanos de Buenos Aires tuvieron 344.1 millones de pasajeros pagos durante 2011 (según la CNRT). Si este estado no puede velar adecuadamente por la seguridad de un servicio de semejante magnitud, entonces cómo puede ser que la actual administración encuentre la solución a los múltiples problemas que aquejan a Argentina en la formula "más estado". 

En conclusión, la rescisión de la concesión a TBA, el desenlace más probable, sería una medida sumamente contradictoria y "tribunera". Lo más preocupantemente es que dicha "tribuna" aprecia cada vez más los actos de altanería y cada vez le presta menos atención a la lógica de los mismos.

lunes, 25 de julio de 2011

¿El Dinero es una Burbuja?

Volví, después de mucho tiempo. Que lindos son los regresos ja.

Un tema que me puse a pensar anoche, tipo 5 am, antes de poder dormirme y después de disfrutar una noche de DVDs musicales de lo más variados (desde Clapton, Pink Floyd o The Who, hasta Billy Joel o Sir Elton).

Hace mucho tiempo que me preguntaba cómo algunos economistas podían dudar de la existencia de burbujas cuando el dinero papel, tal como lo conocemos hoy en día (i.e. sin respaldo en ningún activo real) es claramente una burbuja (al menos eso creía). Esta idea dista de un par de años, cuando todavía era un alumno de grado.

Lo que caracteriza a una burbuja, o mejor a un precio que tiene un componente burbuja, es que este no solamente incorpora los flujos futuros descontados sino que también incluye un componente extra: que esperamos que el precio suba algo como indefinidamente (el precio de hoy siempre depende del de mañana, el tema es que podemos ir iterando, es decir reemplazar el precio de mañana por el de pasado y así, y si no hay burbujas el precio en el limite lo podríamos poder "matar", es decir igualar a cero, gracias a alguna condición de transversalidad).

Bueno, el dinero a priori parece una burbuja, pues tiene un valor y, si lo pensamos como un activo, no tiene cash flows. Es más, solo lo aceptamos porque tenemos la fe de que mañana lo van a aceptar, es decir que mañana va a seguir "valiendo" bienes, es decir que lo aceptamos por su precio esperado... luce mucho como una burbuja. No?

Ahora bien. En lo que me puse a pensar ayer es cómo modelamos en economía la demanda por dinero (i.e. como la generamos, ya que si lo pensamos como un activo en condiciones normales está completamente dominado). Dos opciones (las que mejor conozco): 

  1. a la Siderauski, es decir dinero en la función de utilidad. Con una teoría de este estilo, se genera una demanda de dinero asumiendo que los agentes desprenden utilidad por tener dinero. Al principio parece medio tonta, pero si uno piensa que el dinero lo ayuda a hacer las transacciones en menos tiempo, en el fondo + dinero = + ocio. Es por eso que esta forma es, en el fondo, equivalente a los modelos "shopping time".
  2. cash in advance. Este otro tipo de modelos suponen que los agentes necesitan, para poder consumir, tener dinero.
Ahora, el quid. Si pensamos en estos dos tipos de modelos, el dinero en el fondo no es un activo, sino más bien un bien de consumo. El dinero implica más ocio o directamente viene en el combo "consumo" si es que para consumir existe una restricción "cash in advance". Entonces, no es cierto que el dinero es una burbuja, porque no es un activo "puro" o como se diga. En todo caso, parece un bien durable. ¿Me explico? ¿Qué piensan? ¿Alguien sabe de alguna persona que lo haya puesto de forma elegante?

Slds,

Fernando

miércoles, 9 de marzo de 2011

Siempre es Bueno Coincidir con Carmencccitaa

Recuerdo como en la reunión anual de LACEA-LAMES 2009, celebrada en Argentina, Andrés Velasco la trataba de "Carmencccitaa" a nada más ni nada menos que a Carmen Reinhart.

Hoy salió una entrevista en La Nación (ver acá) con Reinhart donde ella contesta lo siguiente
-¿Y la Argentina aprendió de su crisis de 2001?

-No tengo ninguna evidencia de eso. La convertibilidad duró diez años, un plazo que parece largo, pero no lo suficiente para saber si cambiaron las reglas de juego. Si la Argentina tuviera acceso al mercado de capitales, tal vez tendría los mismos problemas que sufría antes. Por ejemplo, un problema eterno de la Argentina son las provincias, que gastan mucho cuando el ciclo es bueno y después? eso pasa desde fines del siglo XIX. Lo mismo con el impuesto inflacionario o con la actitud de mirar demasiado hacia dentro; eso no cambió. También con la forzosa desdolarización de 2002, que ahora vuelve para atrás por la historia de inflación crónica del país.*

Ya lo habíamos dicho acá cuando en 2009 había gente augurando nuevas cuasi-monedas como consecuencia de la delicada situación fiscal de las provincias (en un contexto de "no recesión" según el INDEK!!). Es increible que tal observación (importantisima) tenga que venir de una economista cubana que vive en los EEUU...

*Negritas de NGNP

domingo, 6 de marzo de 2011

No Entiendo

¿Por qué un informe sobre las expectativas de inflación, si en el mismo se toma una muestra representativa, debería provocar la "des-coordinación" (i.e. hacer las expectativas "peores" que si el mismo no existiera) de las expectativas (sistemáticamente) y llevarnos a una "profecía autocumplida", como sugieren acá en Pagina K 12?

Al menos para mi, no hace nada de sentido. Sin embargo, si alguien me quiere iluminar será más que bienvenido. Igualmente, por ahora, creo que el artículo no es más que otro intento oficialista (fascista) de disfamar a todos aquellos que muestran una realidad contraria a la que ellos inventan.

BTW, es Universidad Torcuato Di Tella y la siga es UTDT, no Universidad Di Tella y UDT.

jueves, 24 de febrero de 2011

El Mercado Cambiarío y las Trabas a las Importaciones: Cuando no Vale el Ceteris Paribus

Otra vez, uno de mis temas preferidos: el porqué la disminución de la cuenta corriente (una parte de esta es la balanza comercial) no implica riesgos de un "problema" cambiario, un tema que confunde tanto a oficialistas como a opositores. Los primeros creen que el riesgo de un problema cambiario justifica las trabas a las importaciones, los segundos simplemente que en esta oportunidad el fin no justifica el medio, pero ninguna de las partes se da cuenta de que se trata de una falsa disyuntiva: no tenemos que optar entre "tensiones cambiarias" o "restricciones sobre comercio exterior" . El error es consecuencia de que utilizan un marco conceptual inadecuado, uno convencional de oferta y demanda, pero pierden de vista que en este caso particular hay una estrecha relación entre estas dos últimas. Entienden que la cuenta corriente es la "oferta de dólares", mientras que hay una demanda por divisas externas ahí fija, lo que usualmente se llama "fuga de capitales", es decir gente que quiere "comprar dólares"; y por ende si la oferta se encoje el precio del Dólar aumentará. El error reside en que el ejercicio mental de pensar qué pasaría si cae la oferta y la demanda se mantiene constante no tiene sentido, y es por eso que en el título digo que no vale el ceteris paribus. Este error conceptual no lo tendrían si analizaran todo esto desde un marco de equilibrio general donde los individuos enfrentan restricciones presupuestarias (en este sentido, le damos un poco la razón a mis profes Andy y Emilio). 

La cuenta corriente, como toda persona que se proclame economista debería saber, es igual a la diferencia entre el ahorro nacional y la inversión, es decir que contabiliza los recursos de un determinado país que son ahorrados pero no invertidos dentro de sus fronteras. Partiendo de esta definición, no hay que ser muy brillante para darse cuenta que la cuenta corriente y lo que se denomina la "fuga de capitales" seguramente son conceptos muy parecidos. ¿Son lo mismo? Depende cómo definamos la fuga. En Argentina nos solemos referir a la fuga como la acumulación (neta) de activos externos por parte del sector privado (pueden ser moneda extranjera o activos denominados en moneda extranjera, por ejemplo). Para ver en forma breve qué implicancias tiene esta definición, por ejemplo podría ocurrir que la cuenta corriente sea positiva pero parte de la acumulación de los activos externos sea llevada a cabo por el Estado Nacional, y en ese caso habría una discrepancia entre los dos conceptos definidos previamente. De hecho, traigo a colación este ejemplo porque es lo que estuvo ocurriendo en Argentina en este último tiempo (¿por qué? por la inflación, si quieren lo discutimos en los comments). 

Habiendo ya hecho las definiciones pertinentes al caso que nos compete, pasemos al análisis y veamos que lo postulado en el primer párrafo es inmediato, a tal punto que sorprende mucho el grado de confusión que hay al respecto. La cuenta corriente, y dentro de esta la balanza comercial (su mayor componente), se están encogiendo. Esto es igual a decir que los argentinos estamos "gastándonos" una fracción mayor de nuestro ingreso, razón por la cual "entraran" menos dólares. Ahora bien, ¿qué pasa con la otra pata, la demanda, se mantendrá inalterada? La respuesta, como sostuve antes, es no. La relación entre la oferta y la demanda de "divisas externas" es tan evidente que lo que viene a continuación es parecerá trivial (de hecho, ya hemos visto lo fuerte que es esta relación). Pensemos (a fines "didácticos") qué podría causar un aumento de la demanda de divisas externas. Una opción es que los argentinos decidamos gastar menos, por lo que si nuestro ingreso se mantiene inalterado tendríamos más margen para comprar "dólares" (i.e. la "fuga" caerá). Sin embargo lo que está ocurriendo es lo contrario, estamos gastando más por lo que tenemos menos resto y la demanda por "dólares" debería caer. Otra opción, ahora suponiendo que nuestros gastos y nuestro ingreso se mantienen inalterados, es una recomposición de nuestra "cartera", es decir utilizar pesos que tengamos en nuestras casas o billeteras para comprar activos externos (es decir bajar nuestra demanda por saldos monetarios). Sin embargo no hay ningún punto evidente que explique una relación negativa entre el mayor "gasto" (que lleva a la disminución de la cuenta corriente) y la demanda por saldos monetarios reales; de hecho en un contexto donde los "gastos" están aumentando, uno esperaría que la gente quiera tener más dinero en sus hogares y billeteras para facilitar las transacciones diarias, y no menos.     

Mini conclusión/resumen: la oferta y la demanda de divisas externas están relacionadas muy fuertemente, casi a tal punto que son las caras de la misma moneda. Si cae la cuenta corriente, es decir la diferencia entre el ahorro nacional y la inversión, muy probablemente caerá la demanda por divisas externas en una magnitud similar (o levemente mayor si consideramos la función transaccional del peso) puesto que (básicamente) habrán menos recursos para financiar dichas compras ( en el caso que estamos analizando esto ocurre por el aumento del "gasto"). 

jueves, 17 de febrero de 2011

China’s dilemma: Higher inflation or deflation of exportables

Ver acá. Hay un par de errores en el apéndice, los editores se deben haber hecho lío porque mandamos dos versiones distintas, una con más evidencias empíricas y una con menos, y finalmente optamos por la segunda.

Se agradecen comentarios!

miércoles, 16 de febrero de 2011

NGNP en el Blogroll del Mingo!!

Nunca pensé que este momento llegaría, pero llegó. Ni gorila ni peronista en el blogroll de www.cavallo.com.ar (mirar los links a la derecha del site). Increíble!! En la redacción de NGNP (mi cuarto de 2x2) estamos de festejo.

jueves, 30 de diciembre de 2010

Ni Unos Ni Otros

Hoy leí un artículo en Pagina K 12 en el cual se contrastaban las opiniones de diferentes políticos/funcionarios entorno al uso de las reservas para pagar deuda (link). Es triste que TODOS se equivoquen (adrede?). 


Por un lado están los muchachos de la oposición, más particularmente Pinedo y Prat Gay, que unieron fuerzas y sacaron un comunicado conjunto. A continuación, un fragmento del mismo:
Serán 7500 millones de dólares de nueva inflación. El año pasado dijimos en la Justicia que el uso de reservas iba a generar mucha inflación y así sucedió. Es vergonzoso que la Presidenta insista con estas medidas que castigan a los sectores más vulnerables de la sociedad. Esta decisión generará que haya más pobres en nuestro país.
(BTW, si miran el artículo origina de Pagina K 12 es gracioso que Prat Gay, además de ser un Diputado de La Nación, es un ex empleado de JP Morgan ¿?)


Por otro lado, Marcó del Pont dice lo siguiente:
No recurrimos ni al endeudamiento externo, ni tampoco al ajuste fiscal como planteaba la oposición, sino que hubo una nueva apuesta para consolidar el crecimiento con distribución del ingreso, pero fundamentalmente atendiendo a los sectores de más bajos recursos. 
Los errores


*Empecemos por las damas. Mecha dice que no hay que recurrir al endeudamiento y no hay que ajustar las cuentas fiscales, por lo que la única opción es comerse stocks (reservas). No es cierto que este modus operandi implica un des-endeudamiento o un menor endeudamiento, como lo demuestra Kiguel en su artículo en Foco Económico (ver acá). A continuación, lo más relevante del mismo dada la temática de esta discusión
¿Es cierto que Argentina se está desendeudando gracias a que paga los vencimientos de deuda pública con reservas internacionales?
Ese argumento tiene varios errores conceptuales. El primero, y más importante, es que el Banco Central no recibe las reservas como maná del cielo, si no que las compra a través de la emisión monetaria (o sea con señoreaje o el impuesto inflacionario) o de la emisión de Lebacs y Nobacs, que es deuda del Banco Central.
Los 6.000 millones de dólares de reservas que se utilizan este año para el servicio de la deuda tienen como contrapartida un endeudamiento por un monto similar por parte del Banco Central.  De hecho, en lo que va del año el stock de Lebacs y Nobacs ya aumentó más de 24.000 millones de pesos.  Con lo cual, si consolidamos las cuentas del Tesoro con las del Banco Central el desendeudamiento no es tal.
El argumento que se usa para justificar el pago de deuda con reservas también contiene algunas falacias, ya que la deuda que se emite para comprar reservas cuesta 13% en pesos. En la medida que el peso se devalúe al 4% anual, el costo es de casi el 9% anual.  ¡No parece particularmente barato!
 Además, aunque este no fuera el caso, lo que importan son los activos netos (activos menos pasivos), y estos no varían dependiendo de si se paga la deuda con reservas (compradas con deuda) o con deuda "a secas". Con la propuesta de Mecha el estado se desprende de activos, mientras que sino aumenta sus pasivos. El porqué ambas alternativas son similares es bastante intuitivo, y una forma de verlo es que sino todo el mundo se endeudaría para comprar activos o viceversa, generando infinitas "ganancias gratis", lo cual es "difícil" pues la magia no existe (lo que existe es el ilusionismo, lo que daría lugar a una interesante analogía pues en el fondo este es el arte del engaño, y justamente engañarnos es el único objetivo que puede perseguir Marcó del Pont con sus declaraciones) . 


*Pasemos a los "varoncitos". Pagar deuda con reservas es una operación monetariamente neutra, es decir que la cantidad de "dinero" (no nos pongamos fifis en cómo definimos "dinero") no cambia, por lo cual no generará inflación. Como hemos visto, la deuda se está pagando con más deuda, y eso no genera inflación nunca. ¿Acaso alguien se preocupaba en los 90s por si la nueva deuda generaría inflación? No. Por otra parte, aun si creyéramos que la emisión de deuda por parte del Banco Central obedece a otros motivos distintos que financiar al tesoro (esterilización), aun así pagar la deuda con reservas sigue siendo una operación monetariamente neutra. Ojo, pagar con reservas es equivalente a emitir, y esto es inmediato ya que de otra forma el central tendría aún más reservas; es como si el tesoro forzará al central a emitir pesos y dárselos, y después comprará las reservas con esos pesos (Mingo dixit). El quid es que la monetización de los déficits no es siempre inflacionaria, sino solamente cuando el Banco Central se queda sin reservas o herramientas para esterilizar el exceso de oferta de pesos que genera al financiar al tesoro (pensemos en Krugman 79, donde ante la monetización la autoridad monetaria se ve obligada a absorber ese "exceso de oferta" vendiendo reservas y esto va "acercando" el ataque especulativo, pero hasta el momento del mismo la inflación esta controlada -si alguien quiere más detalles no tan "técnicos", en los comments).

sábado, 25 de diciembre de 2010

Mechaluntarismo, digo El Voluntarismo de Marcó del Pont

Marcó del Pont, actual presidenta del Banco Central de la República Argentina, cree que la entidad que preside debería dejar de preocuparse "tanto" por el nivel de inflación y empezar a mirar la tasa de desempleo, además de promover el desarrollo económico. Justo ayer escribí sobre como Stiglitz, Nobel de Economía, (supuestamente) coincide con ella al respecto.

La pregunta inmediata que uno debería hacerse es en qué consiste preocuparse por el nivel de desempleo para Marcó del Pont. La relación entre la política monetaria, más particularmente la inflación, y el desempleo es lo que en macroeconomía se conoce como la  Curva de Phillips. La misma nos dice que (céteris páribus) más inflación implica un menor desempleo. Hay varias fundamentaciones teóricas para este resultado que nació como algo 100% empírico (el trabajo original de Phillips fue plotear la curva para el Reino Unido):

  1. Los salarios nominales pueden están fijos por un determinado lapso de tiempo por lo cual la inflación implica una caída del salario real (W/P) y esto genera que la cantidad demandada de trabajo por parte de las firmas aumente y, si existía desempleo involuntario, el nivel de empleo aumente. 
  2. La modificación de algunos precios puede implicar costos (imagínese el costo que conlleva imprimir nuevos menús) y eso puede generar que los mismos sean rígidos por determinados periodos de tiempo. En ese caso, al inflación implica una caída de los precios relativos de los bienes cuyos precios no se ajustan, un aumento en la demanda por los mismos y, en consecuencia (siempre y cuando sea óptimo desde el punto de vista de las empresas atender esa oferta "extra"), un aumento en la demanda laboral de dichos sectores.
  3. La inflación puede ser interpretada por los productores como un cambio de precios relativos favorable y, en consecuencia, su respuesta óptima es producir más y para eso requieren más del factor trabajo.

Partiendo de ahí parecería estar claro qué tiene en mente Marcó del Pont, explotar dicha curva o relación. Es decir, la idea central es algo como: si nos dejamos de preocupar "tanto" por la inflación, podemos conseguir un "poco" menos de desempleo. Hasta aquí esto parece razonable. ¿Vivimos en un mundo tan simple? Claro que no! Como está implícito en los tres puntos sobre los "canales" a través de los cuales la inflación impacta en el nivel de actividad, lo que en realidad hace la autoridad monetaria es engañar a los agentes (para que los precios queden en niveles que los empresarios no eligirián consientemente, para bajar el salario real, o... -bueno, el punto 3 es claramente un engaño, no hay más que aclarar). Nada indica que la inflación que busca "engañar" sea mala per se, pueden realmente existir buenos motivos para querer, valga la redundancia, engañar. El tema pasa, exclusivamente, por cuánto puede engañar la autoridad monetaria a los agentes, es decir implementar una inflación que sea imprevista. ¿Es razonable creer que la gente puede ver como, sistemáticamente, los precios que fijan terminan no siendo óptimos y no alterar su conducta? Me parece que no. Lo mismo indica la evidencia empírica. De algo ya hemos hablado aquí, y otro buen ejemplo es el siguiente gráfico extraído de la Nobel Lecture de Bob Lucas. 

En el mismo se puede ver como esta relación negativa entre inflación y desempleo es nítida para cortos períodos de tiempo, pero también se va trasladando (presten atención a la escala de los ejes). Es decir que no es estática, y esto se debe precisamente a que la gente va incorporando los engaños pasados a sus nuevas prácticas de fijación de precios (los empresarios empiezan a cubrirse fijando precios más altos y los sindicatos pidiendo salarios más altos, todos previendo una inflación más alta). En consecuencia, el objetivo expreso de explotar la Curva de Phillips para generar un nivel de desempleo que sea menor que el que habría con expectativas de inflación en cero y el mismo nivel de inflación (es decir una política monetaria como la que se supone que debería tener el BCRA) no es muy razonable, y solo implica terminar en equilibrios sub-óptimos con el mismo nivel de desempleo y una mayor inflación. Una inflación un x% más alta hoy puede implicar una caida de un y% del desempleo hoy, pero no afectará el desempleo dentro de 5 años (por decir algo). Esto es precisamente lo que ocurrió en los países centrales en los 70s y se puede ver en el siguiente gráfico extraído de la Nobel Lecture de Milton Friedman. 


Por último, al principio planteamos la pregunta sobre qué tenía en mente la actual presidenta del BCRA. Esa pregunta no es para nada trivial. Está claro que tiene en mente lo que dijimos arriba, pero es importante entender que un banco central con una meta de inflación cero o muy baja también se puede estar preocupando por el nivel de empleo, y en el fondo eso es lo que hacen casi todas las autoridades monetarias del mundo y por eso muchas veces en sus cartas orgánicas tienen objetivos duales. Si todo el mundo espera una inflación del 2% porque la autoridad monetaria ha estado utilizando exitosamente sus herramientas en los años anteriores para que esta fuese el nivel de inflación en la economía, es importante que el aumento del indice general de precios vuelva a ser del 2 y no menos para evitar que el desempleo aumente, es decir que cumplir con la meta es útil para preservar el empleo. 

viernes, 24 de diciembre de 2010

Guarda Joseph

Ayer leía en la web de Ámbito Financiero un artículo sobre la visita de Stiglitz a nuestro país y sus reuniones con Cristina y Marcó del Pont. Me llamó mucho la atención lo que, según el BCRA, el Nobel dijo. O Joseph está muy de acuerdo con Mercedes, o el BCRA se tomó mucha libertad al parafrasearlo. Por ejemplo, veamos el siguiente fragmento del artículo en cuestión
Stiglitz destacó que es "fundamental que los bancos centrales tengan un mandato múltiple, es decir, que no sólo contemple la preservación de la estabilidad de precios sino que incluya el estímulo al crecimiento económico y al nivel de empleo"
Y contrastémoslo  con lo que dijo Mercedes hace 3 meses aproximadamente aquí
Cuando fui legisladora, planteé que había que modificar las leyes que regulan el sistema financiero y también que quizás la prioridad tiene que ver con la Carta Orgánica del Banco Central, que ha quedado absolutamente descolocada en términos de una norma que era consistente con otro modelo de pensamiento y otras políticas públicas, económicas y sociales. Desde este modelo, el Banco Central debe reconciliar el objetivo de la estabilidad con el objetivo del crecimiento y el empleo. 
Es, al menos para mi, muy llamativo el grado de consenso y, sobre todo, lo parecido de ambas expresiones. Demás está decir que lo que no me llamaría la atención es que un banco central pasivo ante la manipulación de los indices de inflación, mienta.

Reconozco que este tema da para mucho más. Seguramente vuelva a escribir un par de post más (uno por cada objetivo extra que le quiere otorgar Marcó del Pont al BCRA) entre hoy y mañana. No lo hago aquí para que no quede un post extremadamente largo y con un hilo muy difuso. 

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Inconsistencia Temporal (Post al Paso)

En realidad ni siquiera es un post, sino que voy a copiar con leves cambios un comentario que le dejé a Martín Gonzalez Eiras en su blog Economía Posible.

La pregunta es: dado a la solución acordada ayer entre los gobiernos de la nación y de la ciudad sobre la toma del Parque Indoamericano, ¿volverá la calma?

Mi respuesta es que no. Tomar un predio a “gran escala”, después de todo lo ocurrido, implica que te escuchen y no hay riesgo de represión, ¿por qué la demás gente en la situación de quienes tomaron el parque Indoamericano no lo van a hacer? Ok, Hannibal dice que a los próximos tomadores se los va a dejar afuera de cualquier plan social (es decir que no se hará lo mismo que en este caso), con lo que en principio los des-incentivaría. El problema es que es una amenaza no creíble, ante una nueva toma, la solución óptima es volver a hacer lo mismo (i.e. arreglar). En otras palabras, la política acordada entre la ciudad y la nación es inconsistente temporalmente. Ahora, todos saben que si toman un predio no solo que el estado no va a utilizar la fuerza para restablecer el orden previo, sino que les van a dar beneficios para que se vayan.


Pd: estuve escribiendo y comentando poco porque estos días estuve a mil. Que no cunda el pánico, volveré y seré millones de posts y comments. 

jueves, 2 de diciembre de 2010

¿Se Movió la Aversión al Riesgo?


Para Javier Blanco, de La Nación, si. De hecho, cree que eso es lo que explica el sentido en el que han variado los precios de los activos en los últimos días. 

¿Sabrá Javier Blanco qué es la aversión al riesgo? Creo que no (o, al menos, la letra sigma no le debe representar nada). Aunque, para no ser extremadamente cruel con Javi, reconozco que la cantidad de gente que habla de aversión al riesgo demostrando no tener la más mínima idea de que carajo significan esas tres palabras es muy grande. De hecho, la expuesto por el periodista de La Nación es una explicación bastante estándar en épocas de turbulencias como la actual. 

Definamos, de una manera brutal, qué significa aversión al riesgo. La brutalidad de la definición que viene a continuación reside en que el post busca centrarse en otro aspecto metodológico más amplio. ¿Qué es la aversión al riesgo? Es una medida de cuánto le jode a un agente someterse a loterías riesgosas (o no degenerada). Mientras más averso al riesgo es un agente, a igual riesgo (estrictamente positivo) de una lotería e igual esperanza matemática, menor bienestar esperado. 

Volviendo al artículo arriba citado, según el autor del mismo el "virus irlandés" hace que a la gente le guste menos el riesgo. ¿No les hace ruido esa idea? ¿Qué tiene que ver lo que pasa en Irlanda con las preferencias por el riesgo de los individuos (o el orden de preferencias por sobre las distintas loterías, si alguien se quiere poner fifi)? ¿Acaso también fue un día gris para los casinos? No! Es estúpido creer que si antes me gustaba más la lotería A por sobre la B, ahora me gustará mas la B sobre la A por lo que pasó en Irlanda. Es como que me digan que dado que mi avión atraviesa una tormenta muy turbulenta, ahora me molesta más la turbulencia que antes de empezar el viaje. En todo caso, que alguien se pase de un papel (activo) a otro tiene que ser porque las loterías asociadas con cada activo cambiaron y eso es porque la información que los acontecimientos revelaron llevo a que actualice sus expectativas sobre qué tan factibles son los distintos estados de la naturaleza.

Se trataba de eso nomas, de decir que no tiene sentido de hablar de cambios en la aversión al riesgo cuando los precios cambian después de sucesos tan relevantes. Dicha explicación requiere coincidencias demasiado grandes. En el fondo, y es por eso que dije que el post iba a ser más general, creo que los economistas (aunque seguramente la intersección entre el conjunto de economistas y el de periodistas "especializados" del segmento de economía de La Nación sea vacía) siempre debemos intentar dejar la explicación "cambio en las preferencias" para el final de la lista. Todo se puede explicar con cambios en las preferencias, aunque en la mayoría de los casos eso sea ridículo, como (espero demostrado que) lo es en este caso. Además, ¿qué sabemos sobre qué determina las preferencias? ¿Un orden que depende de variables desconocidas? Es decir, otras "preferencias"...

jueves, 18 de noviembre de 2010

Héctor Recalde en la UTDT

Como Ud. leyó en el titulo, el Diputado por el FPV estará en la UTDT hablando sobre su proyecto de ley sobre la repartición de las ganancias entre los empleados. Supongo, por quienes organizan la charla (la escuela de negocios), que uno de los entrevistadores será Guido Sandleris, quién ya ha escrito sobre el proyecto de Recalde (ver aquí). ¿Estará Emilio Espino, quien también escribió sobre el tema? No sé, pero sería interesante. 

Supongo que me pasaré un rato a escuchar un poco de la charla, por más que dudo que cambie mi posición

Lo más interesante desde mi punto de vista es el planteo que hace Guido sobre por qué distribuir (si realmente estamos dispuestos a un menor capital en el futuro) solamente entre los empleados formales. Algo se ha dicho hoy acá y también dije algo similar en mi post. 

Otra cosa que me intriga es entender un par de efectos que ve Guido que yo simplemente no veo. ¿Por qué cree que dicha medida implica menos empleo formal y despidos? ¿Dónde ve el efecto "flexibilizador"? Sí los argumentos máximos del problema de maximización de la firma no cambian (si los beneficios se los entiende como p*q-w*l, como por ejemplo entiende Espino) y, en consecuencia, la demanda por trabajo tampoco. Es decir, el salario de equilibrio no cae por la ley (en el corto plazo), por lo que una explicación de desempleo por salarios rígidos no me cierra. Es por eso que tampoco veo el elemento estabilizador, ante un shock negativo que baje el pedazo de la torta que se llevan los empleados por la participación en las ganancias no reemplaza a la caída necesaria en los salarios para volver al equilibrio. De hecho, si nos enfocamos en qué pasa con el trabajo formal, a mi me parece que dicha ley debería (al menos en un comienzo, seguro) incentivar el empleo formal. Por más que suene políticamente incorrecto, los empleados informales eligen (dentro de sus opciones) serlo, y seguramente en base a un análisis costo/beneficio. De aprobarse el proyecto de ley, los beneficios para un empleado de ser "formal" aumentan (ya que la formalidad le puede implicar participar de la repartición de ganancias) y los costos no tienen por qué cambiar. Es más, para la firma declararlo "formal" también se vuelve más atractivo porque implica menos ganancias "legales" y, por ende, menos impuestos (aumenta w*l pero, a priori, no tiene por qué aumentar p*q). 

martes, 16 de noviembre de 2010

¿Qué Probabilidad le Asignan Desde el Pro a la Victoria K?

Anoche charlaba con un amigo del PRO y me comentaba que él creía que seguramente el PRO le termine aprobando el presupuesto 2011 a Cristina porque así consiguen que los K se lo aprueben a ellos en la Legislatura Porteña. Al toque de escuchar esto, otro amigo preguntó "confían en los K??", a lo que mi amigo respondió "en la política hay códigos". ¿Tienen códigos los K (o sea la dirigencia K, no los militantes que seguramente muchos si)? Personalmente, creo que NO. De esta observación se desprende la siguiente pregunta: ¿Es mi amigo (y, por consiguiente, todos los del PRO que creen lo mismo que él) un iluso? De vuelta, creo que no. A continuación, mi análisis de la conversación mantenida ayer ((pseudo) game theory based!).

1) Parémonos en la decisión K, una vez aprobado su propio presupuesto, de aprobar o no el presupuesto PRO. Pensemos en dos escenarios posibles (por más que serán blanco vs negro y que, en la realidad, hay muuuuchoos grises), después, queda a consideración de cada uno "redondear" (i.e si pasa lo que pasa bajo el escenario negro, cuál cree que es el gris máximo que sostiene dicho resultado y sacar sus conclusiones). Si los K creen que, ceteris paribus, se irán del poder, tienen cero incentivos a aprobarle el presupuesto al PRO (y no solo por "joder nomas", que igual les sería suficiente, sino que los fracasos del PRO los benefician electoralmente y pueden ayudar a cambiar su panorama -por eso el ceteris paribus de antes). Por el contrario, si los K creen que se van a quedar, este juego de "apruebame/yo te apruebo" se repetirá, y en consecuencia pueden encontrar útil aprobarle el presupuesto al PRO para que, en el futuro, ellos se lo aprueben creyendo que así los los K se lo aprobarán. 

2) Pasémonos a la decisión del PRO entre aprobarles (bah, votar a favor) el presupuesto a los K y votar en contra del mismo. Si el PRO cree que los K les votarán en contra, votará en contra de su presupuesto. El PRO solo votará a favor del presupuesto K si cree que los K creen que pueden perpetuarse en el poder, y si además cree que en ese escenario los K les van a aprobar el presupuesto. Es decir, para que el PRO vote a favor del presupuesto K es condición necesaria que crea que los K creen que van a seguir en el poder.

Saquemos conclusiones:

i) Primero, ¿en cuánto pueden diferir lo que el PRO piense que va a pasar y lo que los K creen que pasará? Me parece que no mucho. La información más relevante es pública y ambas partes tienen recursos para hacer mucha inferencia estadística...

ii) Se desprende del punto i), según nuestro juego mi amigo cree que el PRO cree que los K van a seguir. ¿Qué quiere decir eso en la práctica? Que él cree que el PRO le asigna una probabilidad "alta" a que los K sigan. El alta está entre comillas porque depende del grado de aversión al riesgo del PRO, de cuántos votos creen que les pueden faltar para aprobar el presupuesto y muchos detalles más. En qué parte del intervalo [0,1] se encuentra la probabilidad que mi amigo cree que el PRO le asigna a la continuación de los K (la K?) queda a consideración de el lector. 

iii) Dado el lugar de mi amigo y la información que debe tener, creo que seguramente su estimación es "buena" (ex ante -como toda estimación). La misma será confirmada/refutada en base a como vote el PRO.

En fin... Me pareció divertido hacer este ejercicio mental, por más que las conclusiones no sean hiper sorprendentes. Aunque, debo reconocer que, antes de empezar creí que me iba a salir más simpático. 

sábado, 13 de noviembre de 2010

La Responsabilidad de un Banquero Central Sobre la Inflación Y una Breve Digresión

Cuando se debate sobre la inflación argentina generalmente se responsabiliza de la misma a la concentración en determinados mercados, a la política fiscal expansiva y a la política redistributiva. Eso es un error. En todo caso, las mismas causan cambios de precios relativos pero estos últimos se pueden dar de varías maneras, el nivel general de precios depende exclusivamente de la política monetaria (como ilustra este gráfico subido ayer en Foco -ver también el muy buen comentario de Andy Neumeyer). Si, por ejemplo, el precio del bien X (Px) debe subir contra el precio del bien Y (Py), el cambio en los precios relativos se puede dar exclusivamente vía un aumento de Px, via la combinación de un aumento de Px y una caída de Py o solamente a través de una caida de Py. En particular, existe una combinación (para cualquier  promedió que queramos) que implica una caida de Py y un aumento de Px que dejaría al promedio entre los dos (la idea es que el mismo juegue el rol del índice de precios) inalterado. Es decir, quien decide cómo se da este cambio de precios relativos es la autoridad monetaria. Como lo escuché decir a Pablo Guidotti varias veces este año, hay factores que pueden volver más fácil o más difícil la tarea de preservar la estabilidad de precios, pero cuando hay inflación solo queda mirar al Banco Central. No nos tenemos que olvidar de eso. Si Mercedes Marcó del Pont cree que existen buenas razones para que estos cambios de precios relativos se den vía inflación, debería plantearlo abiertamente, explicar su porqué y mandar un proyecto de ley para cambiar la carta orgánica del BCRA. Eso sería verdaderamente honesto (aunque yo creo que lo que hay que hacer es cuidar el valor de la moneda). El problema es que en el fondo no lo hace porque sería profundamente impopular expresar abiertamente los motivos que la llevan a tener esta política monetaria (lo que merece otro post sobre la moral K), los cuales son el señoreaje que se desprende de la misma y se materializa en una mayor acumulación de reservas que después son apropiadas por el tesoro y utilizadas para financiar el viva la pepa, y el rol que le da la inflación a Moyano y compañía, los mayores aliados políticos que le quedan al kirchnerismo. Lamentablemente, la oposición no se da cuenta de esto porque en ningún momento siquiera intentó entender qué ocurre en Argentina y por qué tenemos inflación, como siempre solo se preocupan por crecer en cuanto a votos difamando y después, si llegan a ser gobierno, recién ahí verán qué hacer (exceptuando a Macri, el único que esta armando equipos técnicos).


-Breve Digresión:

Como bien señalan muchos, los mercados poco competitivos generan (en todo caso) precios más altos, pero no un constante aumento de los mismos, lo que es la inflación. Es decir, solamente con mercados poco competitivos no podemos NI empezar a hablar de inflación o algo que se le parezca. Ahora, lo que podría pasar que los tirones de demanda se trasladen a precios con mayor fuerza cuando los mercados son poco competitivos. Igualmente, como bien sostuvo Santiago (ver acá), mi (ex?) coblogger, no es tan obvio que lo que a priori parece intuitivo finalmente sea lo que ocurre. Existe evidencia empírica de que en los mercados poco competitivos los precios son contra-cíclicos, y el fundamento teórico detrás de esto reside en que la colusión se vuelve menos atractiva durante los booms porque aumentan los beneficios que las empresas obtendrían si rompiesen el acuerdo que tenían con sus competidoras. Igualmente, también es cierto que es muy importante distinguir entre aumentos de las demandas temporarios o permanentes, porque en el segundo caso también aumentan los costos del castigo asociado por romper la colusión.


viernes, 12 de noviembre de 2010

lunes, 8 de noviembre de 2010

En Clarín no Leen QLP

Ver este muy buen post de Frank publicado hace un par de días. Lamentablemente, hay gente que nunca aprende:


Genial el fragmento "La previsible toma de ganancias...".


No entiendo por qué una idea tan simple e intuitiva como EMH (al menos en su forma débil) puede ser tan ignorada (incluso por muchísimos economistas).  

sábado, 6 de noviembre de 2010

Vivir en Guerra: ¿Se Justifica el "Fear of Appreciation"?

Estos últimos días hubieron dos buenos artículos en la web sobre las consecuencias de la guerra de monedas (mucho "dinero barato") sobre las economías emergentes (EE's). Uno de Cavallo (ver acá), y uno de Blejer y Levy Yeyati (ver acá). 

Personalmente, estoy más de acuerdo con la visión de Mingo. Como bien él señala:

Parece paradójico que las economías emergentes, que con tanta frecuencia sufrieron insuficiencia de capitales dispuestos a financiar su crecimiento y crisis cambiarias por salida de capitales, en la actual coyuntura estén buscando formas de frenar la entrada de  capitales para impedir que sus monedas se aprecien y sus exportaciones pierdan competitividad.

Y también coincido con sus recomendaciones, las cuales, de hecho, sirven para combatir algunos de los temores de Blejer y Levy Yeyati. A Cavallo le parece que lo preocupante del "dinero barato" es que en algún momento se puede encarecer, y eso implicará un ajuste consecuencia de la caída en la demanda agregada que puede ser problemático. Es por eso que considera que las EE's deberían subir los impuestos al consumo (para evitar que el mismo sufra un boom, "desde más alto es la caída, más duele") pero bajar los impuestos a la importación de capital, y así aprovechar el "dinero fácil" para crecer más. A Blejer y Levy Yeyaty les preocupa la apreciación real que puede venir de la mano del "dinero barato", la cual entienden que puede perjudicar seriamente a los sectores productores de transables, a punto tal que llegan a hablar de enfermedad holandesa financiera. A mi me parece que se equivocan en meter todo en la misma bolsa. Un aumento del tipo de cambio real que viene de la mano de un aumento en el stock de capital de los sectores productores de transables no es lo mismo que una apreciación real consecuencia de un boom de consumo. ¿Que recomiendan entonces? ¿Evitar crecer porque con el crecimiento viene la apreciación real? No me parece que semejante énfasis en evitar la apreciación real tenga sentido. Hace que nos olvidemos de los objetivos.


Un par de reflexiones propias (o que, al menos, si robé fue inconscientemente):


1) Es fundamental que las EE's no se "engañen" y caigan en un optimismo excesivo. Como está implícito en los dos artículos, la reversión del "dinero fácil" planteara un desafío, no solo vía caída en la demanda agregada sino también, como señalan Blejer y Levy Yeyati, seguramente vía caída en los términos de intercambio. Entonces, es de vital importancia que sean muy conservadoras en su politica fiscal y que no les pase lo que a los PIGS. Me refiero a que durante períodos de alto crecimiento una política fiscal deficitaria se vuelve atractiva, ya que hay déficits fiscales compatibles con mantener constante el ratio deuda/PBI. El problema es que cuando la economía sufre un shock negativo, los impulsos fiscales llevan a los déficits a niveles "altos" que, sumados a tasas de crecimiento anémicas, 
implican un crecimiento demasiado acelerado del ratio deuda/PBI que puede desembocar en serías dudas por parte de los mercados sobre la sostenibilidad de la deudas soberanas con todos los problemas que eso puede significar (y no todas las EE's tienen a madre Alemania atrás para respaldarlas).


2) Me sorprende bastante la "ombligues mundial" que tienen los norteamericanos. Se la pasan diciendo que la política monetaria no es efectiva porque la tasa está en cero y, por ende, estamos en una trampa de liquidez. Hello! No son una economía cerrada y no todas las tasas están en cero. Este es un claro ejemplo de que la política monetaria sigue teniendo un rol (aunque no se qué tan positivo, porque la expansión monetaria también les pega negativamente vía términos de intercambio). Lo que si es seguro es que no se están dando  cuenta (o al menos eso parece) que, ceteris paribus, sus intereses son que las EE's reciban el "dinero barato" y así le den un tirón a la demanda agregada de los países desarrollados.

jueves, 28 de octubre de 2010

Sobre la Participación de los Trabajadores en las Ganancias de las Firmas



Próximamente se discutirá en el Congreso de la Nación el proyecto de ley (nro. 6837-D-2010del diputado por el Frente Para la Victoria, Hector Recalde, cuyo objetivo reside en que los trabajadores participen de las ganancias de sus respectivas empresas. Como era de esperarse, la discusión se ha trasladado a la web. En este post haré una breve síntesis de varias contribuciones que considero importantes y, de paso, las aprovecharé para expresar mi opinión al respecto.


Lo primero que uno debiera hacer antes de emitir cualquier juicio sobre este proyecto es, obviamente, entender cómo impactará el mismo sobre el sistema de incentivos (tanto de las empresas como de los trabajadores), ya que sólo así se podrán conocer los efectos finales sobre los asalariados. Vayamos por partes:


    1) Lo propuesto por Recalde no es más que un impuesto sobre las ganancias común y corriente, solo que los recursos generados por el mismo irán directamente a los trabajadores de las mismas firmas y no al Tesoro Nacional. En consecuencia, el efecto del mismo es fácil de predecir. En el corto plazo, mientras el stock de capital de las firmas se mantenga inalterado, la demanda laboral de las mismas se mantendrá constante y no habrá (al menos por este lado) cambios en el nivel salarial. Esto se debe a que maximizar los beneficios antes de ganancias es lo mismo que maximizarlos después del pago del impuesto, en el sentido que los argumentos máximos no cambian. La cantidad de trabajo que maximiza Ti, donde Ti son los beneficios de las firmas, es la misma que maximiza t*Ti, donde t es uno menos la tasa del impuesto sobre 100, y esto se debe a que t es una constante. Intuitivamente, pensemos que podemos elegir dos niveles de trabajo, A y B, y los beneficios antes de impuestos asociados a los mismos son 1 y 2 respectivamente. En consecuencia, los beneficios posteriores al pago de impuestos serán t y 2t, por lo cual la elección óptima sigue siendo B. Si ahora nos enfocamos en el largo plazo, donde el nivel de capital con el que cuentan las firmas puede varias, el efecto será un menor nivel del mismo y, en consecuencia, dada la complementariedad entre el trabajo y el capital, menor demanda laboral y (ceteris paribus) menores salarios de equilibrio. Esto se debe a que gravar a los beneficios de la firma es equivalente a gravar el rendimiento del capital (ver el post de Emilio Espino en Foco Económico para un mayor detalle).    


    2) El mismo Recalde sostiene que el esquema propuesto por él aumentará la productividad de los trabajadores puesto que, al tener sus retribuciones atadas a los beneficios de la firma, los mismos tendrán mayores incentivos a esforzarse. Desde mi punto de vista, esta es una mera expresión de deseo. Dado que los beneficios de la firma se repartirán entre todos los trabajadores (y, es más, entre “no trabajadores” también), el beneficio extra para un trabajador de esforzarse más individualmente será mínimo y, en consecuencia, los incentivos a hacer un mayor esfuerzo serán extremadamente bajos (este punto también se encuentra discutido con mayor detalle en el Post de Emilio Espino). Más aun, si este tipo de contratos aumentará la productividad del trabajo en un grado suficiente como para que incluso las firmas salgan beneficiadas y así “derribar” lo expuesto en el punto uno, ¿por qué no existen voluntariamente? ¿Existe alguna falla de mercado? Como bien señala Guido Sandleris en su post en Foco Económico, si este fuera el caso, el proyecto de Recalde no es la forma adecuada de corregirla, ya que en ningún momento siquiera contempla qué impide que esos contratos existan.

Creo que ya estamos en condiciones de ir un poco más lejos y hacer un verdadero juicio sobre el proyecto en sí. En primer lugar, ahora que hemos visto que el mismo no propone otra cosa que un impuesto a las ganancias de las empresas que se repartirá entre sus mismos trabajadores (con lo cual los temores por una "cubanización" de la economía argentina no tienen ningún asidero), cabe preguntarse por qué no alcanzar a otros sectores (o por qué tanto para los trabajadores de las mismas firmas), como acertadamente hace Guido Sandleris en su post. A priori, el sistema de asignación de los nuevos ingresos es tan elemental que no parece ser muy eficiente.

Por otra parte, este mecanismo de transferencia casi automático hará que esta especie de gasto social sea muy pro-cíclico, lo cual me parece un desacierto desde todo punto de vista, tanto si uno piensa como un mecanismo estabilizador como si uno lo piensa como un mecanismo asegurador. Alguien podrá argumentar que este punto será más que compensado por el efecto “flexibilizador” que por lo visto algunos creen que tendrá esta política en el mercado laboral. Por ejemplo, Lucas Llach hizo un buen intento para explicar este efecto. Como hemos visto los determinantes de la demanda laboral en el corto plazo serán los mismos que sin este esquema propuesto por Recalde, por lo que el componente “flexible” de los salarios no tendrá ningún rol en ayudar a ajustar los salarios “efectivos”, porque la fracción de las ganancias que se llevan los trabajadores en el fondo es un gasto social. 


Concluyendo, hemos visto que el proyecto de en cuestión no es más que un impuesto a las ganancias con una peculiar forma de ser distribuido. Esto tiene varias implicancias. Por el lado de la distribución del mismo, la misma no parece ser muy eficiente desde el punto de vista macroeconómico o tener una justificación normativa muy profunda, sino ser más bien una muestra de una falta de comprensión de qué herramienta “re-distribuidora” se trata. Por el lado de las consecuencias del impuesto, en principio todo señalaría que los perjuicios que el mismo causará sobre la acumulación de capital son mayores que los beneficios (difíciles de sostener) que señalan sus impulsores. En consecuencia, la pregunta inmediata es si el gasto social que el mismo financiará superará a la caída de los salarios consecuencia de un menor stock de capital. La respuesta a esta pregunta es ambigua y difícil de contestar. Desde mi humilde opinión, el proyecto en cuestión no se justifica hoy en día, la prioridad debería ser mejorar el gasto público de baja calidad que tenemos actualmente. Este proyecto es una muestra de lo mal diseñadas que están las políticas sociales, es hora que dejemos de confundir estado con gasto público. Además, no nos olvidemos que el PBI argentino per cápita está muy debajo del de los países avanzados, es decir que solo con redistribución “no alcanza”, y gravar el capital no parece ser la mejor receta para fomentar el crecimiento.  

Fuentes:

Espino, E. "Participación de los trabajadores en las ganancias de las empresas: Hector Recalde ídolo o qué?". Foco Económico.

Sandleris, G. "Participación de los trabajadores en las ganancias de las empresas: los efectos de la mano invisible". Foco Económico.

Llach, Lucas. "Trabajadores con ganancias, neoliberalismo recargado". La ciencia maldita.



martes, 28 de septiembre de 2010

Entusiasmado

Perdiendo un poco el tiempo en twitter (en realidad ex-ante parecía que iba a perder el tiempo,ex-post no, es por eso que escribo este post) encontré este sitio web llamado Foco Económico. Parece que están ultimando detalles, no veo la hora de que arranquen. Por fin argentinos que se dedican a escribir teoría económica DE VERDAD (algo que tanto falta en Argentina) tendrán un blog (aclaro que no es una critica a los demás bloggers que no nos dedicamos a hacer teoría, en todo caso es a los que truchos de siempre que dicen ser académicos y no pueden pasar un proceso de referato medianamente decente). Igualmente, tengo que reconocer que los leeré con un especial entusiasmo!

PD: a ver si de la mano de cosas como esta me vuelve un poco la motivación.

domingo, 22 de agosto de 2010

Esta Vez, Te Banco George

100% de acuerdo con el último post de Jorge Avila. No sé por qué cuesta tanto entenderlo...

Lo mejor es este fragmento:

"En lugar de denostar el tipo de cambio fijo, que practica desde 2003, el BCRA debería ponerse a estudiar cómo funciona. Si lo hiciera, se ahorraría preocupaciones infundadas, borraría del mapa el pomposo "programa monetario", que con un tipo de cambio fijo tiene tanto sentido como el cenicero de una moto, y sabría que la única causa de la inflación son sus alegres devaluaciones del peso."

Negritas de NGNP.


miércoles, 28 de julio de 2010

Iba a Ir al Cine, Pero...

Están Diego Bossio y Alfredo Zaiat en 6,7,8. No va a haber desperdicio.

O Preço do Exito

Recién lo escuchaba a Amado Boudou hablando en Palabras Más, Palabras Menos sobre temas varios y justo tocaron tangencialmente el tema de la balanza comercial y Amado dijo algo como "estamos teniendo una muy buena performance, vamos a tener un superávit grande, que no cunda el pánico".

Por su parte, Guido Mantega, Ministro de Hacienda de Brasil, dijo: "Justamente, debido a que Brasil sufrió menos con la crisis (global) y que está creciendo más, es que estamos aumentando más nuestras importaciones que las exportaciones".

Mi dios, están a años luz de nosotros, entendieron que la CC es simplemente una decisión de Ahorro-Inversión intertemporal. Por ahora, Amado, te dejo con el equilibrio gráfico (notar que es donde el agente representativo maximiza su bienestar!!) de una economía de dotación y de dos periodos, la próxima la complicamos.


Igualmente, si CC=S-I, ¿Por qué es necesariamente malo un déficit de la misma?



sábado, 24 de julio de 2010

Search Models with Multiple Equilibria

Simpático post con un análisis económico de los noviazgos "cómodos". Lo copio a Continuación, es de Dyango, un amigo.



Primer Post de este blog que esperemos que sea prospero.

En fin, dejando los preámbulos de lado, el otro día charlaba con grandes amigos, próximos a incorporarse al staff del blog, sobre estar de novios y la comodidad que puede implicar. Yo creo que es una boludes estar de novio simplemente por la comodidad que implica, sobre todo a los 20 y cortos, ellos creen que no es tan boludo. Cuando volvía, no recuerdo bien por qué, relacione el tema con mi profesión, la economía y, más precisamente, con equilibrios múltiples.

El tema es así, supongamos que existen dos alternativas, hacer A o hacer B. Además, cuando todos hacen A, a mi me conviene hacer A, pero cuando todos hacen B a mi me conviene hacer B. También pensemos que todos somos iguales (es decir que a todos les pasa esto que acabo de describir). Por último, supongamos que cada uno individualmente es insignificante, es decir que si todos hacen A vos o yo hacemos B, los demás no se enteran y siguen haciendo A porque para ellos es como si estuviesen en el caso en el que "todos" hacen A. Por último último, supongamos que cuando todos hacemos A estamos todos mejor que cuando hacemos B

¿Que chagar tiene que ver esto con los noviazgos cómodos? Muchisimoo!! Pensemos que implica estar de novio por la comodidad. Para mi es, estoy maso pero es mejor que nada y bue, tengo "satisfaction" con una mayor frecuencia que si estuviese solo y, además, la realidad es que hay pocas chances de que conozca a la/el mina/pibe (somos un blog plural ja)... Clave lo último. Pensemos ¿Por qué es jodido que encuentre una mina o (en su defecto) un pibe copado? Puede ser porque sea feo (mi abuela dice todo lo contrario!), boludo, ñoño (100% seguro), una combinación fatal de las tres o vaya a saber uno qué; o porque todos estén cómodamente de novios! Es decir, capaz que los que están de novios cómodamente lo hacen porque la otra opción es muy chota dada que hay pocos candidatos pues todos están cómodamente de novios. Obvio, si corto el mundo sigue igual, no es que todas las minas/flacos van a cortar porque yo corte y ahí si, flor de candidatas/os ¡Claro que no! Pero lo que no es tan loco, es pensar que si todos/as terminan con sus noviazgos cómodos, a mi me conviene cortar porque el mundo va a rebalsar de candidatos/as. Todo parece indicar que estamos en un caso de equilibrios múltiples: si todos los demás están de novios, todos queremos estar de novios; si todos están solteros, nos conviene estar solteros con la esperanza de conocer a LA persona. Cual es mejor, no se, como lo describí me parece que el mundo repleto de hombres y mujeres soteros/as... Es decir, el mundo sin noviazgos cómodos es A y el mundo lleno de noviazgos cómodos es B. Lo malo de estos tipos de equilibrios es que uno de los jugadores (así se denomina a los tipos que toman las decisiónes) no los puede cambiar (porque vimos que es irrelevante para los demás). Es por eso que se necesitan estos mensajes esclarecedores.

Novias y Novios Cómodos, Cortad!!




Dyando, haciendo de este mundo un lugar mejor ja