sábado, 25 de diciembre de 2010

Mechaluntarismo, digo El Voluntarismo de Marcó del Pont

Marcó del Pont, actual presidenta del Banco Central de la República Argentina, cree que la entidad que preside debería dejar de preocuparse "tanto" por el nivel de inflación y empezar a mirar la tasa de desempleo, además de promover el desarrollo económico. Justo ayer escribí sobre como Stiglitz, Nobel de Economía, (supuestamente) coincide con ella al respecto.

La pregunta inmediata que uno debería hacerse es en qué consiste preocuparse por el nivel de desempleo para Marcó del Pont. La relación entre la política monetaria, más particularmente la inflación, y el desempleo es lo que en macroeconomía se conoce como la  Curva de Phillips. La misma nos dice que (céteris páribus) más inflación implica un menor desempleo. Hay varias fundamentaciones teóricas para este resultado que nació como algo 100% empírico (el trabajo original de Phillips fue plotear la curva para el Reino Unido):

  1. Los salarios nominales pueden están fijos por un determinado lapso de tiempo por lo cual la inflación implica una caída del salario real (W/P) y esto genera que la cantidad demandada de trabajo por parte de las firmas aumente y, si existía desempleo involuntario, el nivel de empleo aumente. 
  2. La modificación de algunos precios puede implicar costos (imagínese el costo que conlleva imprimir nuevos menús) y eso puede generar que los mismos sean rígidos por determinados periodos de tiempo. En ese caso, al inflación implica una caída de los precios relativos de los bienes cuyos precios no se ajustan, un aumento en la demanda por los mismos y, en consecuencia (siempre y cuando sea óptimo desde el punto de vista de las empresas atender esa oferta "extra"), un aumento en la demanda laboral de dichos sectores.
  3. La inflación puede ser interpretada por los productores como un cambio de precios relativos favorable y, en consecuencia, su respuesta óptima es producir más y para eso requieren más del factor trabajo.

Partiendo de ahí parecería estar claro qué tiene en mente Marcó del Pont, explotar dicha curva o relación. Es decir, la idea central es algo como: si nos dejamos de preocupar "tanto" por la inflación, podemos conseguir un "poco" menos de desempleo. Hasta aquí esto parece razonable. ¿Vivimos en un mundo tan simple? Claro que no! Como está implícito en los tres puntos sobre los "canales" a través de los cuales la inflación impacta en el nivel de actividad, lo que en realidad hace la autoridad monetaria es engañar a los agentes (para que los precios queden en niveles que los empresarios no eligirián consientemente, para bajar el salario real, o... -bueno, el punto 3 es claramente un engaño, no hay más que aclarar). Nada indica que la inflación que busca "engañar" sea mala per se, pueden realmente existir buenos motivos para querer, valga la redundancia, engañar. El tema pasa, exclusivamente, por cuánto puede engañar la autoridad monetaria a los agentes, es decir implementar una inflación que sea imprevista. ¿Es razonable creer que la gente puede ver como, sistemáticamente, los precios que fijan terminan no siendo óptimos y no alterar su conducta? Me parece que no. Lo mismo indica la evidencia empírica. De algo ya hemos hablado aquí, y otro buen ejemplo es el siguiente gráfico extraído de la Nobel Lecture de Bob Lucas. 

En el mismo se puede ver como esta relación negativa entre inflación y desempleo es nítida para cortos períodos de tiempo, pero también se va trasladando (presten atención a la escala de los ejes). Es decir que no es estática, y esto se debe precisamente a que la gente va incorporando los engaños pasados a sus nuevas prácticas de fijación de precios (los empresarios empiezan a cubrirse fijando precios más altos y los sindicatos pidiendo salarios más altos, todos previendo una inflación más alta). En consecuencia, el objetivo expreso de explotar la Curva de Phillips para generar un nivel de desempleo que sea menor que el que habría con expectativas de inflación en cero y el mismo nivel de inflación (es decir una política monetaria como la que se supone que debería tener el BCRA) no es muy razonable, y solo implica terminar en equilibrios sub-óptimos con el mismo nivel de desempleo y una mayor inflación. Una inflación un x% más alta hoy puede implicar una caida de un y% del desempleo hoy, pero no afectará el desempleo dentro de 5 años (por decir algo). Esto es precisamente lo que ocurrió en los países centrales en los 70s y se puede ver en el siguiente gráfico extraído de la Nobel Lecture de Milton Friedman. 


Por último, al principio planteamos la pregunta sobre qué tenía en mente la actual presidenta del BCRA. Esa pregunta no es para nada trivial. Está claro que tiene en mente lo que dijimos arriba, pero es importante entender que un banco central con una meta de inflación cero o muy baja también se puede estar preocupando por el nivel de empleo, y en el fondo eso es lo que hacen casi todas las autoridades monetarias del mundo y por eso muchas veces en sus cartas orgánicas tienen objetivos duales. Si todo el mundo espera una inflación del 2% porque la autoridad monetaria ha estado utilizando exitosamente sus herramientas en los años anteriores para que esta fuese el nivel de inflación en la economía, es importante que el aumento del indice general de precios vuelva a ser del 2 y no menos para evitar que el desempleo aumente, es decir que cumplir con la meta es útil para preservar el empleo. 

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