jueves, 24 de febrero de 2011

El Mercado Cambiarío y las Trabas a las Importaciones: Cuando no Vale el Ceteris Paribus

Otra vez, uno de mis temas preferidos: el porqué la disminución de la cuenta corriente (una parte de esta es la balanza comercial) no implica riesgos de un "problema" cambiario, un tema que confunde tanto a oficialistas como a opositores. Los primeros creen que el riesgo de un problema cambiario justifica las trabas a las importaciones, los segundos simplemente que en esta oportunidad el fin no justifica el medio, pero ninguna de las partes se da cuenta de que se trata de una falsa disyuntiva: no tenemos que optar entre "tensiones cambiarias" o "restricciones sobre comercio exterior" . El error es consecuencia de que utilizan un marco conceptual inadecuado, uno convencional de oferta y demanda, pero pierden de vista que en este caso particular hay una estrecha relación entre estas dos últimas. Entienden que la cuenta corriente es la "oferta de dólares", mientras que hay una demanda por divisas externas ahí fija, lo que usualmente se llama "fuga de capitales", es decir gente que quiere "comprar dólares"; y por ende si la oferta se encoje el precio del Dólar aumentará. El error reside en que el ejercicio mental de pensar qué pasaría si cae la oferta y la demanda se mantiene constante no tiene sentido, y es por eso que en el título digo que no vale el ceteris paribus. Este error conceptual no lo tendrían si analizaran todo esto desde un marco de equilibrio general donde los individuos enfrentan restricciones presupuestarias (en este sentido, le damos un poco la razón a mis profes Andy y Emilio). 

La cuenta corriente, como toda persona que se proclame economista debería saber, es igual a la diferencia entre el ahorro nacional y la inversión, es decir que contabiliza los recursos de un determinado país que son ahorrados pero no invertidos dentro de sus fronteras. Partiendo de esta definición, no hay que ser muy brillante para darse cuenta que la cuenta corriente y lo que se denomina la "fuga de capitales" seguramente son conceptos muy parecidos. ¿Son lo mismo? Depende cómo definamos la fuga. En Argentina nos solemos referir a la fuga como la acumulación (neta) de activos externos por parte del sector privado (pueden ser moneda extranjera o activos denominados en moneda extranjera, por ejemplo). Para ver en forma breve qué implicancias tiene esta definición, por ejemplo podría ocurrir que la cuenta corriente sea positiva pero parte de la acumulación de los activos externos sea llevada a cabo por el Estado Nacional, y en ese caso habría una discrepancia entre los dos conceptos definidos previamente. De hecho, traigo a colación este ejemplo porque es lo que estuvo ocurriendo en Argentina en este último tiempo (¿por qué? por la inflación, si quieren lo discutimos en los comments). 

Habiendo ya hecho las definiciones pertinentes al caso que nos compete, pasemos al análisis y veamos que lo postulado en el primer párrafo es inmediato, a tal punto que sorprende mucho el grado de confusión que hay al respecto. La cuenta corriente, y dentro de esta la balanza comercial (su mayor componente), se están encogiendo. Esto es igual a decir que los argentinos estamos "gastándonos" una fracción mayor de nuestro ingreso, razón por la cual "entraran" menos dólares. Ahora bien, ¿qué pasa con la otra pata, la demanda, se mantendrá inalterada? La respuesta, como sostuve antes, es no. La relación entre la oferta y la demanda de "divisas externas" es tan evidente que lo que viene a continuación es parecerá trivial (de hecho, ya hemos visto lo fuerte que es esta relación). Pensemos (a fines "didácticos") qué podría causar un aumento de la demanda de divisas externas. Una opción es que los argentinos decidamos gastar menos, por lo que si nuestro ingreso se mantiene inalterado tendríamos más margen para comprar "dólares" (i.e. la "fuga" caerá). Sin embargo lo que está ocurriendo es lo contrario, estamos gastando más por lo que tenemos menos resto y la demanda por "dólares" debería caer. Otra opción, ahora suponiendo que nuestros gastos y nuestro ingreso se mantienen inalterados, es una recomposición de nuestra "cartera", es decir utilizar pesos que tengamos en nuestras casas o billeteras para comprar activos externos (es decir bajar nuestra demanda por saldos monetarios). Sin embargo no hay ningún punto evidente que explique una relación negativa entre el mayor "gasto" (que lleva a la disminución de la cuenta corriente) y la demanda por saldos monetarios reales; de hecho en un contexto donde los "gastos" están aumentando, uno esperaría que la gente quiera tener más dinero en sus hogares y billeteras para facilitar las transacciones diarias, y no menos.     

Mini conclusión/resumen: la oferta y la demanda de divisas externas están relacionadas muy fuertemente, casi a tal punto que son las caras de la misma moneda. Si cae la cuenta corriente, es decir la diferencia entre el ahorro nacional y la inversión, muy probablemente caerá la demanda por divisas externas en una magnitud similar (o levemente mayor si consideramos la función transaccional del peso) puesto que (básicamente) habrán menos recursos para financiar dichas compras ( en el caso que estamos analizando esto ocurre por el aumento del "gasto"). 

jueves, 17 de febrero de 2011

China’s dilemma: Higher inflation or deflation of exportables

Ver acá. Hay un par de errores en el apéndice, los editores se deben haber hecho lío porque mandamos dos versiones distintas, una con más evidencias empíricas y una con menos, y finalmente optamos por la segunda.

Se agradecen comentarios!

miércoles, 16 de febrero de 2011

NGNP en el Blogroll del Mingo!!

Nunca pensé que este momento llegaría, pero llegó. Ni gorila ni peronista en el blogroll de www.cavallo.com.ar (mirar los links a la derecha del site). Increíble!! En la redacción de NGNP (mi cuarto de 2x2) estamos de festejo.