miércoles, 16 de junio de 2010

Crecer sin Inflación

El PBI peruano creció un 9,26% interanual en Abril (Abril 2009 contra Abril 2008 había mostrado una contracción del 1,7%) y la inflación en lo que va del año fue del 1,17% (el BC de Perú tiene una meta de inflación con una banda inferior del 1% y una superior del 3%). Y acá nos creemos que somos modelo de algo...

viernes, 4 de junio de 2010

Otra vez la relación precios-salarios

Ayer escuchaba al diputado oficialista Agustín Rossi en el programa “A dos voces” hablando acerca de la inflación y el nuevo apoyo del gobierno a los gremios otorgándoles el aumento salarial pretendido por los mismos. El diputado insistía una y otra vez en que este aumento de salarios no iba a transferirse a los precios, ya que si uno observa las cifras millonarias que tienen algunas empresas, es claro que lo que sucede es que los empresarios no quieren ceder beneficios ante los trabajadores. Además, trajo el ejemplo de los años 80. Explicó que durante la hiperinflación los niveles salariales eran bajísimos y pese a eso los precios subían y subían estrepitosamente.

Personalmente creo que el diputado esta mezclando mucho en sus declaraciones y relaciona causas y efectos que no son explícitamente lineales.

Empecemos por lo último, el argumento de la hiperinflación. Que los niveles salariales sean bajos y pese a ello haya una suba de precios descontrolada no quiere decir que si subimos los salarios entonces no va a haber una presión inflacionaria. En el caso de la hiperinflación de final de los 80, se le atribuye principalmente la “culpa” a las expectativas de inflación de toda la economía. Es historia conocida esta, si todos creemos que los precios y el dólar se van a disparar entonces compramos dólares, firmamos contratos previendo una inflación alta, etc.

Por otro lado, es cierto que hay circunstancias en el que subir los salarios no lleva a una suba en los precios, pero esto se da bajo ciertas condiciones. Ese fue el caso de los inicios de Perón. En los años 40 el nivel de salarios era muy bajo y se remuneraba por debajo de la productividad de los trabajadores. Para maximizar beneficios un empresario tiene que llegar a la igualdad entre ingreso marginal y costo marginal (Img=Cmg), es decir igualar p*Pmg=w; donde p es el precio, Pmg el producto marginal y w el salario. Todo esto quiere decir que el valor que agrega cada trabajador debe ser igual a su remuneración. Entonces al principio, cuando Perón otorgó las subas salariales, no hubo presión inflacionaria. Luego, al repetir esto y aumentar los salarios por encima de la productividad de cada trabajador, para mantener la igualdad los empresarios debieron transferir el aumento a los precios (la fuerte inflación que sufrió Argentina durante el peronismo fue por varias razones además de esta: fuerte emisión monetaria, sobrecalentamiento de la economía, entre otras). No sabemos en qué instancia de las dos estamos, remuneración bajo la productividad de los trabajadores igual a esta, pero yo apunto más a la segunda.

Por otra parte, cabe destacar que lo que le sucedió a Perón en un principio puede suceder sólo bajo competencia perfecta (o algo similar a esta). Si estamos ante un monopolio, como la firma posee poder de mercado, no va a resignar beneficios si le suben un costo. En el caso de un oligopolio, la situación es similar. Si a las pocas firmas que comparten el mercado les sube en igual medida un costo de producción, entonces es un equilibrio de Nash en estrategias puras el aumentar sus precios en la misma proporción. Para casos como estos, el Estado debería promover la defensa de la competencia; una materia muy olvidada por este gobierno, ya que la economía hoy en día se encuentra mucho más concentrada que en los 90 u 80.

Es muy importante que se transmitan estas explicaciones ya que son temas complicados y si uno no es economista o una persona muy entendida en estos temas es fácil caer en estas falacias o confusiones que se dicen en los medios.